miércoles, 5 de marzo de 2014

Lynn Margulis, 3 años después

Dueña de una vitalidad inigualable que llevó a los estudiantes de Boston a apodarla Nuestra Señora del Movimiento Perpetuo, la mezcla explosiva de su inteligencia, irreverencia científica y enorme calidez sedujo a un sinnúmero de alumnos, colegas y amigos”. 
Son palabras de Antonio Lazcano Araujo, catedrático de Origen de la Vida en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida.





Esa vitalidad se apagó el 22 de noviembre de 2011, cuando nos sorprendió a todos la noticia del fallecimiento de Lynn Margulis. A sus 73 años, sufrió repentinamente un derrame cerebral mientras trabajaba con una estudiante en el laboratorio.

Hoy, Lynn Margulis habría cumplido 76 años.

Ha sido una de las científicas más relevantes del siglo XX, considerada la madre del evolucionismo biológico. Pero además, despierta admiración por haber defendido sus ideas con valentía, tenacidad y a veces obstinación. Es venerada y estimada por muchos como maestra y revolucionaria de la ciencia, y rechazada por otros, quizá por su constante actitud provocadora y crítica.  
De todos es sabido que las pequeñas y constantes aportaciones son necesarias, tanto en la ciencia como en la vida; sin embargo, son las grandes ideas las que fuerzan el avance del conocimiento. Por eso, como vais a ver, Lynn Margulis es una científica de las que cambia la visión preestablecida que se puede tener del mundo. Fue (y será) una de las grandes biólogas evolucionistas. Clave en cómo se entiende hoy en día la evolución. Aunque sus teorías fueron seriamente cuestionadas en sus comienzos por la comunidad científica rompiendo los moldes establecidos hasta el momento, hoy nadie duda que su teoría de la endosimbiosis seriada es fundamental para entender el origen de las células eucariotas: la teoría que explica el origen de mitocondrias, cloroplastos y probablemente cilios y flagelos. Su otra teoría, mucho más discutida y que actualmente no es considerada como válida por la mayoría de la comunidad científica, es la teoría de la simbiogénesis.

Teoría de la endosimbiosis seriada

Max Taylor, especializado en protistas, profesor de la Universidad de British Columbia, la bautizó con el acrónimo de SET (Serial Endosymbiosis Theory) por el que hoy es conocida. Es una teoría aceptada en la actualidad, una vez ha quedado demostrado el origen simbiogenético de las mitocondrias y cloroplastos de los eucariotas.
La teoría simbiótica describe el paso de las células procariotas (bacterias anucleadas -sin núcleo-) a las células eucariotas (células nucleadas de todos los organismos pluricelulares) mediante incorporaciones simbiogenéticas. Margulis describe este paso en una serie de tres incorporaciones mediante las cuales se originaron las células que constituyen los individuos de los otros cuatro reinos (protistas, animales, hongos y plantas).

Teoría de la endosimbiosis seriada


Es cierto que la teoría actualmente está avalada por algunos argumentos que han venido a reforzarla, aunque todavía presenta argumentos en contra.


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La SET ha necesitado 30 años para ser aceptada (y sólo en parte) mayoritariamente como posible, cuando se ha considerado demostrada la incorporación de tres de los cuatro simbiontes que Margulis propone como componentes de los eucariotas. Esta publicación prueba la incorporación simbiótica de una espiroqueta para formar los cilios y flagelos de los eucariotas, único paso sobre el que, a día de hoy, existen discrepancias. Esta teoría de las espiroquetas no ha podido ser comprobada y no ha sido aceptada por toda la comunidad científica, ni siquiera por los propios evolucionistas. Algunos investigadores han demostrado que las células más complejas, las eucariotas, no poseen ni rastro de los genes típicos que constituyen a las actuales bacterias espiroquetas. Lo cual elimina la posibilidad de que hayan evolucionado a partir de ellas y contradice esta parte de la teoría de la simbiosis. Sin duda alguna, el punto más controvertido de su teoría no es el hecho de que las células eucariotas se hayan formado por endosimbiosis de diversas estirpes de procariontes, sino el de relegar a la mutación a un lugar de escasa importancia en cuanto a ser causa de la evolución.

Los últimos años de su vida, tampoco estuvieron exentos de polémica.

Sostenía que el SIDA no está provocado por el virus VIH, sino que es una manifestación atípica de la sífilis con la que comparte sintomatología, motivo por el que fue considerada una negacionista del SIDA. Publicó sus resultados en 2009. Unos meses antes de su muerte, concedió una entrevista a la revista Discover donde contestó a la pregunta ¿Está sugiriendo que el SIDA es realmente sífilis?


Estructura del VIH
“Hay gran cantidad de literatura sobre la sífilis que abarca desde el año 1.500 hasta pasada la Segunda Guerra Mundial, cuando la enfermedad fue supuestamente curada con penicilina. Aún hoy los mismos síntomas describen al sida perfectamente. Está en nuestro artículo “Resurgence of the great imitator”. Afirmamos que no hay evidencia de que el sida sea una infección vírica o incluso una entidad. No hay artículos científicos que prueben que el virus HIV cause sida. La sífilis es conocida como “la gran imitadora” porque los pacientes muestran un amplio rango de síntomas en un orden establecido. Tienes el chancro genital, tus síntomas avanzan, luego las pústulas que es un problema de piel y luego se hace crónico y te vas poniendo cada vez más y más enfermo. La idea de que la penicilina mata la causa de la enfermedad es de locos.  Si tratas el chancro indoloro en los primeros días de infección, puedes detener la bacteria antes de que desarrolle la simbiosis, pero si realmente tienes sífilis, lo único que puedes hacer es vivir con la espiroqueta. La espiroqueta vive permanentemente como un simbionte en el paciente. La infección no se puede detener porque llega a ser parte del genoma del paciente y de la bioquímica de la síntesis de proteínas. Una vez que la sífilis establece la relación simbiótica con una persona, se hace dependiente de las células humanas y es indetectable en cualquier prueba.”

Por otro lado, postuló la hipótesis de que el World Trade Center 7 se derrumbó sobre sí mismo a las 17:45 el 11 de septiembre sin ser impactado por los aviones. Indica que sus investigaciones habrían detectado la presencia de microscópicos cristales de color rojo-gris presentes en los escombros de los edificios que establecen una sospecha muy fuerte de la presencia de explosivos de alta potencia utilizados en el día de los ataques. Por ello, Margulis se unió al movimiento de “Architects and Engineers for 911 truth” contando con más de 1400 profesionales de formación científica que se reunieron para exigir una nueva investigación sobre los hechos en lo que concierne a la caída del WTC7.


Atentado el 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York. IMAGEN


Es cierto que en ocasiones, a más de un científico se le ha ido la olla con alguna declaración poco afortunada o con el apoyo a una investigación o causa más bien lejana de la evidencia científica. Por poner algunos ejemplos:
  • Luc Montagnier, el virólogo francés que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 2008 por descubrir el virus del SIDA (VIH), se apunta a la investigación más avanzada en homeopatía, la dilución de moléculas de ADN vírico en agua (diluciones 10-18).
  • Watson, descubridor del ADN junto con Crick y premio Nobel de Medicina en 1962, ha realizado declaraciones controvertidas y repudiadas por la comunidad científica, algunas de ellas durante la década de los noventa en cuanto a los homosexuales -A favor del aborto si un análisis durante el embarazo demostraba que el hijo iba a ser homosexual-  y otras más recientes sobre el racismo -África es un continente genéticamente inferior-.
  • Kary Mullis, Premio Nobel de Química en 1993 e inventor de la PCR (reacción en cadena de la polimerasa), es un declarado negacionista del SIDA, al igual que otros médicos, virólogos o biólogos moleculares de reconocido prestigio. 
  • Cualquier antivacunas: Xavier Uriarte y Juan Manuel Marín Olmos (médicos homeópatas) que no sólo niegan la eficacia de las vacunas y exageran (o inventan) sus efectos secundarios; sino que también niegan que los gérmenes causen enfermedades, y Teresa Forcades, la archiconocida monja (médico) antivacunas. 
  • [...] Este apartado merece un post aparte.  

Equivocada o no, lo que cuenta es su herencia científica. Además de su gran teoría, nos deja una colección extensa y valiosísima de libros, capítulos, artículos, películas, conferencias...  y en ese sentido Lynn Margulis será siempre recordada.

FELIZ CUMPLEAÑOS LYNN





NOTA: Este post es un extracto del artículo original "Lynn Margulis. In Memoriam"  que fue publicado en JoF#2. Si quieres leerlo entero haz click aquí, (pág 74). Casualmente en la pág 4, @carlosxabier dedica un artículo al periodismo científico sobre las vacunas y el movimiento antivacunas y en la pág 12 @apanol hace una retrospectiva de los 30 años del descubrimiento del SIDA